Descubre la menopausia

La disminución de estrógenos que se produce en la perimenopausia provoca desajustes en una parte del cerebro que es sensible a la bajada de estrógenos. Esta región está situada en el hipotálamo y no solo provoca un aumento de temperatura corporal, sino que puede aumentar la presión arterial o el ritmo cardiaco.

Los sofocos son el síntoma más frecuente de la menopausia. Generalmente comienza de forma brusca, como una repentina sensación de calor en la parte superior del pecho y la cara que rápidamente se disemina por todo el cuerpo y suele durar entre dos y cuatro minutos. A menudo van asociados a aumento de la sudoración, especialmente por la noche, y palpitaciones, que pueden ir seguidas de escalofríos. Los sofocos suelen aparecer antes de que finalicen las reglas y la mayoría de las mujeres que los tienen los seguirán padeciendo durante un promedio de uno a dos años.

Para mejorar los sofocos, os dejamos una serie de consejos que pueden serviros de gran ayuda:

• Ante todo, mantener la calma. Los sofocos, al aparecer de forma repentina, suelen generarnos pequeños momentos en los que podemos sentirnos colapsadas o desbordadas, por eso lo principal es escucharse, conocerse y estar preparada, usando por ejemplo diferentes capas de ropa que nos resulte fácil quitárnosla, tener un abanico a mano, estar en una habitación con aire acondicionado, o si empieza a notar que se acerca uno, tomar un buen sorbo de alguna bebida fría y refrescante.

• Para aquellas fumadoras: ¡es momento de dejarlo! Dejar de fumar puede ayudarte a reducir los sofocos además de reducir de forma considerable los riesgos de sufrir otros problemas de salud. Si aún no te convence, prueba a reducir la cantidad de cigarrillos que fumas al día y verás rápidamente el cambio y cómo tu cuerpo te lo agradecerá.

• Tener una dieta sana y equilibrada, nos ayudará a reducir algunos de los síntomas de la menopausia. Debemos reconocer cuáles son los factores desencadenantes de nuestros sofocos, aunque algunos tips que os podemos recomendar son: evitar alimentos muy calientes, picantes, cafeína y alcohol.

• Mantenerse siempre hidratada es muy importante, así que debemos recordar beber mucha agua.

• No podía faltar en esta lista de consejos el ejercicio. ¡Dar un paseo de media hora a una buena velocidad puede conseguir efectos maravillosos! Hacer ejercicio de forma regular no solo nos ayuda a nivel físico, sino también a nivel psicológico.

• ¿Has probado alguna vez la meditación? Muchas mujeres consiguen lidiar con el estrés y relajarse, mejorando así los sofocos, gracias a la meditación y a hacer ejercicios de respiraciones controladas, profundas y pausadas. También nos puede ayudar con los trastornos del sueño.

• Usar complementos alimenticios que estén recomendados para mejorar los síntomas, como podría ser Serelys®, que gracias a sus ingredientes de origen natural pueden contribuir a mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas que se producen.

La última recomendación que queremos dar es tener un pequeño diario en el que se apunten los síntomas, lo que comemos, bebemos, lo que sentimos, y en general cualquier dato que consideremos importante, para poder sacar nuestros propios patrones e ir trabajando en todo aquello que vemos que nos funciona.

*No obstante, si tienes dudas consulta a tu médico o farmacéutico.

Durante la menopausia uno de los peores síntomas es la irritabilidad. Estamos de los nervios y sentimos que todo nos afecta, lo cual puede afectar a las relaciones con nuestros seres queridos. Esto se debe a varios factores: la bajada de estrógenos, que están ligados con los neurotransmisores que gestionan las emociones (serotonina, oxitocina y dopamina), provoca que también desciendan los niveles de los mismos, por lo que podemos sentirnos mal e irritadas, más de lo habitual.

Para aliviar la irritabilidad aparte de los principales tips que comentábamos anteriormente de meditación, ejercicio y complementos alimenticios como Serelys®, también creemos útil conseguir momentos de calidad para estar con nosotras mismas, escuchando nuestras necesidades, lo que nuestro cuerpo nos dice y nuestros sentimientos, nos ayudará a conocernos e ir poco a poco poniéndole nombre a nuestras emociones e ir gestionándolas.

La fatiga es un síntoma con el que ya hemos lidiado en otras épocas de nuestra vida, ya sea por trabajo, cuando formamos una familia, situaciones inesperadas… pero en estos momentos, podíamos descansar durante algún tiempo y seguir con nuestro ritmo de vida. ¿Por qué ahora nos sentimos más cansadas aunque pasemos tiempo descansando? La respuesta vuelve a ser los estrógenos. Como decíamos antes, están relacionados con los neurotransmisores del bienestar, por lo que, con su bajada, es normal que se produzcan además de alteraciones del estado de ánimo, disminución de la energía y fatiga.

Además, durante la perimenopausia comenzamos a sufrir insomnio, lo que no ayuda a que podamos descansar y recuperemos la vitalidad que solíamos tener.

Pero como para el resto de los síntomas, recomendamos una serie de cambios en los hábitos, como una buena alimentación, hacer deporte de manera regular, una hidratación adecuada o buscar un hueco en nuestro día a día para meditación y autoescucha. Es fundamental también, para combatir la fatiga física, conseguir que el descanso diario sea eficaz. Para el plano psicológico, dedicarnos tiempo para nosotras mismas con actividades que nos hagan sentir bien, es una gran ayuda para reducir la fatiga mental.

Despertarnos empapadas en sudor, con el pijama y las sábanas mojadas tiene un nombre, son sudores nocturnos. Se caracterizan por sudoración abundante, despertares a causa de sentir frio, calor o necesidad de cambiarse el pijama o la almohada. Estos sudores nocturnos también son debidos a los cambios hormonales que está experimentando nuestro organismo durante la menopausia. Todo esto genera que no tengamos un sueño reparador y por no descansar adecuadamente, estamos más irritables y fatigadas al día siguiente, además de que podemos experimentar dificultad para concentrarnos y cambios de humor.

Algunos consejos útiles para combatir la sudoración nocturna, aparte de tener unos buenos hábitos como la alimentación, evitar fumar, evitar el consumo de alcohol antes de dormir, hacer ejercicio de forma regular, meditación, etc, podemos daros unos tips que pueden serviros para evitar despertares como mantener el dormitorio bien ventilado y a una temperatura adecuada, y usar ropa de materiales frescos y que permitan la transpiración. Además, recordamos que siempre podemos ayudarnos de los complementos alimenticios como Serelys Noche®, que gracias a sus ingredientes naturales pueden contribuir al control de los sofocos y otros síntomas de la menopausia.

En la menopausia, los cambios hormonales también influyen en la calidad del sueño. Las dificultades para dormir suelen ir ligadas a los sofocos, así que, tratando los sofocos, muchas veces se mejora mucho la calidad del sueño. El insomnio también puede ser provocado por factores psicológicos como las alteraciones del estado de ánimo. Aunque el insomnio puede provocarnos un estado de somnolencia a lo largo del día que afecta a nuestro rendimiento y, lo que es más importante, a nuestra calidad de vida y bienestar.

Para conseguir unas noches más llevaderas y volver a recuperar nuestro sueño reparador, os recomendamos una serie de consejos que pueden ayudaros a mejorar la calidad del sueño como evitar hacer ejercicio en las horas próximas a irnos a la cama, intentar irnos a dormir a una misma hora, darnos una ducha relajante 30 minutos antes de dormirnos, evitar cenas copiosas que nos hagan sentir pesadas, evitar las pantallas en nuestra habitación y así tener un lugar oscuro y que solo asociemos al descanso, y leer o meditar antes de dormirnos para poder relajarnos y desconectar del posible estrés que llevemos arrastrando todo el día. A todo ello siempre podemos sumarle la toma de complementos alimenticios como Serelys Noche®, que gracias a su composición de origen natural y la concentración de melatonina que posee, será un gran aliado para nosotras.

La osteoporosis es la pérdida de calcio en el hueso que lleva al mismo a volverse más poroso, delgado y frágil. Con la menopausia las mujeres pierden el factor protector que brindan las hormonas femeninas sobre los huesos y comienzan a perder masa ósea más rápidamente de lo que la reemplazan. Se sabe que existe una importante relación entre la disminución de la masa ósea y el riesgo de fracturas (sobre todo en la columna vertebral, las muñecas, la cadera, la pelvis y el húmero) por lo que es importante detectar esta pérdida excesiva de masa ósea de forma temprana para prevenir la osteoporosis. La detección precoz de la osteoporosis puede realizarse mediante pruebas como la radiografía simple, pruebas de laboratorio y la densitometría ósea ya que, la osteoporosis es un trastorno asintomático.

Para el mantenimiento de tu salud ósea recomendamos:

• Si lo indica tu médico, tomar suplementos de calcio y vitamina D.

• Tomar alimentos con vitamina K, zinc, magnesio y proteínas.

• Evitar el consumo de tabaco, alcohol o cafeína.

• Llevar una alimentación sana y equilibrada, basándola en alimentos con buenos nutrientes y relegando los ultraprocesados para situaciones especiales.

• Evitar el sobrepeso.

• Mantener un estilo de vida activo, intentando hacer un poco de ejercicio a diario.

• Exponerte moderadamente al sol a diario.

• Realizarte controles anuales ej. RX, pruebas de laboratorio, densitometría, etc.

Si además buscamos una ayuda extra, existen complementos alimenticios como Serelys Osteo®* con ingredientes de origen natural que pueden contribuir al control de los sofocos y que gracias a su composición con Vitamina D3 y K2 puede ser un aliado perfecto para mantener la salud ósea.

*No obstante, si tienes dudas consulta a tu médico o farmacéutico.