Interés por el sexo durante la menopausia.
Durante la menopausia muchas mujeres confiesan haber perdido el interés por el sexo, pero otras llegan a expresar que sintieron un deseo sexual mejorado una vez que pasaron la transición. Esto podría deberse a la menor ansiedad relacionada con el miedo al embarazo, la mayor conciencia del propio cuerpo que se adquiere con los años y la menor preocupación por los hijos, que ya son mayores.
Motivos por los cuales se puede perder interés por el sexo durante la menopausia
Estrés y fatiga
No se trata sólo de la llegada de la menopausia. En la mitad de la vida, muchas mujeres a menudo tienen que manejar sus carreras profesionales y sus hijos adolescentes con problemas relacionados. Cualquiera de estos factores puede amplificar el estrés ya causado por los cambios hormonales. Y, con tantas cosas en la cabeza que te preocupan y agotan, ¿quién puede tener interés en el sexo
Trastornos íntimos
El estrógeno es la principal hormona femenina. Permite, entre otras cosas, que las paredes de la vagina estén sanas y lubricadas, y cuando los niveles de estrógeno bajan, las paredes de la vagina pueden volverse secas, no elásticas e irritadas. Esto puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas. Y está claro, con dolor todo es más complicado.
Trastornos del estado de ánimo
Los estrógenos y la progesterona intervienen en el buen funcionamiento de muchos órganos, incluido el cerebro, y por tanto también repercuten psicológicamente. Una producción hormonal reducida, en este sentido, puede afectar al estado de ánimo hasta el punto de provocar cambios de humor, nerviosismo, y estados de ansiedad que, en los casos más graves, pueden derivar en tristeza y depresión. Y, ya sabes, si no te sientes cómoda contigo misma, ciertamente no puedes tener impulso hacia tu pareja.
Trastornos del sueño
Otro candidato a ayudarte a perder interés por la intimidad durante la menopausia es sin duda, el trastorno del sueño, que en esta fase puede tener una doble causa:
- Sudores nocturnos, que obligan a despertarte con frecuencia, y muchas veces incluso a levantarse por la noche para refrescarse, con el único resultado de impedirte un buen descanso.
- Insomnio real, es decir, la dificultad para conciliar el sueño y mantener un sueño continuo y regenerador durante la noche, que puede derivar en apatía, somnolencia diurna y, en general, cansancio crónico y astenia.
Por culpa de las hormonas
No solo el estrógeno sino también la progesterona y la testosterona juegan un papel importante en esto. La testosterona es la hormona que más contribuye al deseo sexual. La progesterona estimula la producción de esta hormona y, como los niveles de progesterona también se reducen durante la menopausia, esto tiene inevitables repercusiones sobre el deseo sexual. Sin embargo, las hormonas no sólo ejercen una acción directa sobre la inusual pérdida de interés de una mujer posmenopáusica en el ámbito sexual, la caída de los niveles hormonales puede tener, como hemos visto, otras consecuencias que repercuten indirectamente sobre la sexualidad. Y, claro, con las hormonas femeninas por el suelo, el deseo se va por la ventana.
¿Qué debes de hacer?
Si hasta ahora no has contactado con el ginecólogo, no pierdas más tiempo. Deja a un lado la vergüenza y consulta al especialista (quizás en compañía de tu pareja para hacerlo partícipe de tu malestar) explícale cuáles son las razones que te hicieron perder el interés en el sexo.
Por otro lado, la menopausia no significa renunciar a la imagen, de hecho, es precisamente en este período cuando necesitas cuidar mejor su cuerpo y mente. Concéntrate en tus necesidades porque sólo recuperando el equilibrio, como a ti más te guste, podrás continuar o volver a vivir la sexualidad con ilusión.
Seguir una dieta equilibrada, salir con amigos y practicar ejercicio físico moderado pero constante son reglas básicas imprescindibles para vivir la menopausia y todos los años venideros.
Por último, debes de saber que es importante que te adaptes a nuevas exigencias para que tu vida sexual no se resienta. Y, por otro lado, disfrutar de tu sexualidad sin la preocupación de un embarazo no deseado y más relajadamente si has tenido hijos y ahora ya son mayores.